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Singular hallazgo en el refugio antiaéreo de la Sagrera de Barcelona

El Servicio de Arqueología de Barcelona y la Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales trabajan en su tratamiento

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ACN

El Servicio de Arqueología de Barcelona y la Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Catalunya están tratando una suela de caucho de más de 80 años, la primera vez que se encuentra este material arqueológico en la ciudad. Los arqueólogos han encontrado una suela de caucho de alguna persona que buscó protección en el refugio de la Torre de la Sagrera durante los ataques aéreos de la Guerra Civil.

Se desconoce a quién perteneció ni el tipo exacto de calzado, aunque por el material y el diseño quizás podría tratarse de una alpargata, pero no se sabe con certeza. El refugio quedó clausurado después del conflicto bélico y, en 2014, se redescubrió intacto con motivo de las obras de rehabilitación y ampliación del edificio.

El primer paso ha sido informarse mediante bibliografía existente y buscar asesoramiento en el Instituto Canadiense de Conservación, referente en este ámbito en materiales contemporáneos, además de contactar con la restauradora francesa especializada en plásticos Sylvie Ramel. En ambos casos, los expertos aconsejaron que era necesario saber si el caucho era natural o sintético porque el tratamiento de conservación es distinto en función de uno u otro tipo.

Por ese motivo, se envió una muestra al Instituto Químico de Sarrià para su análisis y determinó que muy probablemente se trataría de caucho natural, teniendo en cuenta también la época del objeto, de más de 80 años.

A raíz de los resultados se ha elegido el tratamiento más adecuado, la anoxia. Este método, explicaron desde el ICUB, consiste en mantener el objeto un cierto tiempo aislado dentro de una bolsa de plástico especial dejándolo sin oxígeno a través de la inserción de un gas inerte, como el nitrógeno, mediante un generador con el objetivo de eliminar insectos xilófagos, como la polilla, o microorganismos que puedan dañar el objeto.

Suela de caucho antes del tratamiento de anoxia /

Servicio de arqueología

Todo este procedimiento se ha realizado con una colaboración entre el Servicio de Arqueología del Ayuntamiento de Barcelona y la Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Catalunya, dependiente del Departamento de Educación.

“Cuando llega una pieza de carácter orgánico, el paso previo es asegurarnos su desinfección. La anoxia se introdujo para sustituir productos químicos tóxicos que antes eran imprescindibles para realizar esta tarea”, apunta Rosa Rocabayera, bióloga y profesora de ciencias y tecnología de la escuela encargada de esta intervención, quien destaca la labor en este campo de la pionera Nieves Valentín Rodrigo, del Instituto del Patrimonio Cultural de España.

Por otro lado, el caucho natural emite gases que para la prenda no son nocivos, pero sí para las que están alrededor si se guardan en un almacén, como es el caso, en el Centro de Colecciones de Zona Franca. “La anoxia cumple una doble función: conservar objetos a largo plazo aunque carezcan de microorganismos y evitar que se deterioren las piezas de alrededor. Aquí no estamos haciendo restauración sino conservación preventiva o curativa”, destaca Kusi Colonna-Preti, conservadora restauradora del Servicio de Arqueología de Barcelona.

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“En arqueología, resulta bastante inusual que se conserve esta suela de caucho por la propia naturaleza del material porque lo orgánico es muy extraño y extraordinario. En este sentido, pensamos más en otros materiales como cerámicas, vidrios o metales”, añade Joan Escudé, secretario de la Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Catalunya.

Después de una semana con el procedimiento de anoxia y con resultado satisfactorio, la suela vuelve a estar bajo custodia del Servicio de Arqueología de Barcelona. Después de un tiempo de observación y una vez que se dé la pieza por estabilizada, como todo material arqueológico, pasará a formar parte del archivo arqueológico gestionado por el Museu d´Història de Barcelona (MUHBA).