"Las administraciones deben ponerse de una vez manos a la obra con los alquileres"

Los jóvenes ya no podemos acceder a una vivienda digna. Muchos nos vemos obligados a compartir pisos durante años debido a los precios de alquiler en constante aumento, lo que retrasa nuestros proyectos personales y profesionales. A pesar de contar con formación y aspiraciones, la estabilidad económica necesaria para lograr la independencia se aleja cada vez más.

Las ciudades más grandes, donde las oportunidades laborales son más abundantes, también son las más inaccesibles en términos de vivienda. Cuando más de la mitad del salario se destina al alquiler, es casi imposible ahorrar para comprar un piso. Esta situación afecta la calidad de vida y la salud mental, generando ansiedad e incertidumbre.

Es necesario que las administraciones implementen medidas que regulen los precios del alquiler, fomenten la construcción de hogares a precios razonables y protejan a los jóvenes de la explotación en el mercado inmobiliario. Esto no es solo un derecho fundamental, sino que también protege el futuro de una generación que merece la oportunidad de construir su vida sin verse obligada a pagar alquileres desorbitados.

Es momento de actuar.