"Aferrarse al cargo no es la opción más digna para el presidente Mazón"

Cualquier actividad pública representativa requiere de la voluntad i de la valentía de poner el cargo a disposición de los representados si en cualquier momento se pierde o está en entredicho la confianza de los mismos. Así se entiende en cualquier cargo público, o al menos así se debería entender. La aprobación del mismo equivale a recuperar la posible confianza perdida.

Eso es lo que no ha hecho el presidente valenciano Carlos Mazón tras el desastre natural acontecido hace unas semanas en las tierras de Valencia con muchas víctimas mortales en todos los municipios, y donde más en Paiporta , arrasada por la subida de la rambla del Poyo, conocida por los que hemos vivido allí, por "el barranc", sin más.

Aferrarse al cargo no es la opción más digna, supone un gran descaro y cobardía política y trasladar toda, o parte de la responsabilidad a otros agentes como la Confederación Hidrográfica del Júcar (o sea, al Gobierno estatal) o a la AEMET aún es más indigno. Nombrar más cargos de gestión, una vicepresidencia para la gestión de los fondos que lleguen y una nueva Conselleria de emergencia climática es tirar piedras fuera.

Claro que en política el concepto dignidad parece estar muy devaluado y todo sirve para mantenerse en la silla, no perder opción política y seguir cobrando de los representados. Y eso vale para cualquier opción política: para el PP, para el PSOE o para el que venga.