"Un acto atroz como el atropello de Magdeburgo solo se explica si hay un problema mental detrás"

Ver por televisión las imágenes del atentado en un mercadillo navideño en la ciudad de Magdeburgo (Alemania) resulta profundamente aterrador. El saldo de esta tragedia asciende a cinco muertos y 200 heridos. El autor de la masacre es un médico saudí de 50 años, especialista en psiquiatría y psicoterapia, llamado Taleb Al Abdulmohsen.

Este profesional, quien en los años 90 renunció a la religión musulmana, llegó a Alemania en 2006. Sin embargo, albergaba un profundo rechazo hacia la excancillera Angela Merkel. Es desconcertante que una persona dedicada a la medicina, y que prestó el juramento hipocrático al concluir su formación, sea capaz de cometer un acto tan triste y detestable. Matar a un niño y a otros cuatro ciudadanos, además de herir a 200 personas inocentes que disfrutaban de sus compras navideñas, solo puede explicarse si la locura se ha apoderado de él.

Las autoridades alemanas están investigando el caso y piden paciencia para esclarecer los hechos. No obstante, resulta evidente que Taleb Al Abdulmohsen es un médico que ya no puede curar ni ayudar a nadie. Más bien parece sufrir una profunda y devastadora enfermedad mental que, paradójicamente, lo llevó a cometer un acto tan atroz en el país que, en su momento, lo acogió con los brazos abiertos.