"La cabalgata de Reyes debería ampliar las zonas reservadas a las familias con niños con diversidad funcional"

El 5 de enero, las calles de Barcelona se llenan de ilusión y magia con la llegada de los Reyes Magos. Es un día especialmente significativo para los niños, un evento cultural que debería ser un símbolo de unión e igualdad. Sin embargo, para muchas familias con niños con discapacidad, este día tan esperado se convierte en una batalla de conflictos y frustraciones.

Aunque el Ayuntamiento de Barcelona ha habilitado cuatro puntos reservados a lo largo de los 10 kilómetros del recorrido para personas con movilidad reducida y diversidad funcional, estas áreas resultan insuficientes y, en muchos casos, están mal gestionadas. Actualmente, los puntos se encuentran al inicio (Avenida del Marquès de l’Argentera), en una zona intermedia (cerca del Mercado de Sant Antoni), y al final (Avenida Reina Maria Cristina), además de un espacio en el Portal de la Pau para la llegada de los Reyes en barco.

Sin embargo, estas áreas, delimitadas y con acceso exclusivo para personas con discapacidad, no siempre son respetadas. El problema no es solo logístico, sino social. Muchas familias sin necesidades específicas ocupan estos espacios argumentando que también quieren ofrecer a sus hijos una buena visibilidad. Esto pone a las familias con niños con discapacidad en una situación incómoda, enfrentándose a debates que podrían evitarse con una gestión más estricta y una mayor concienciación por parte de todos.

¿Es justo que el disfrute de un niño con discapacidad dependa de la empatía y el civismo del resto de asistentes? ¿Es suficiente disponer de cuatro puntos en un recorrido tan extenso, donde miles de personas se congregan? Para estas familias no es una cuestión de comodidad sino de derecho. Es imprescindible garantizar que estos espacios no solo existan, sino que sean funcionales, accesibles y respetados por todos.

Desde aquí, pedimos al ayuntamiento que amplíe las zonas reservadas y que se plantee soluciones como: más puntos accesibles distribuidos a lo largo del recorrido. Separaciones físicas más efectivas que eviten la ocupación indebida, controles con personal capacitado para gestionar estas áreas y garantizar su uso exclusivo. Se necesita concienciar a la ciudadanía sobre la importancia de respetar estos espacios. Pero esto no es solo responsabilidad del ayuntamiento.

Como sociedad, debemos reflexionar sobre nuestras acciones. Respetar los espacios reservados no es solo cumplir una norma, es demostrar empatía y solidaridad hacia quienes enfrentan barreras diariamente. Enseñemos a nuestros hijos con el ejemplo, mostrándoles que la verdadera magia de los Reyes Magos está en la inclusión, en hacer que cada niño pueda sentirse parte de este momento especial, sin importar sus circunstancias. Es momento de construir una cabalgata para todos, donde la magia no sea un privilegio sino un derecho compartido.