"Hay que conocer la realidad para comprenderla y así tomar buenas decisiones para no ser manipulados"

En Francia, "banliueue" es lo que aquí conocemos por suburbio o gueto. Entornos precarios, debilitados por profundas desigualdades que crean un sentimiento de desprotección, sobre todo en la juventud que sufre eternas marginaciones y cuyo resultado se salda con una falta de compromiso en las movilizaciones electorales, pues dudan de los méritos de la democracia cuando los objetivos son tardíos e inconcretos.

La inseguridad abona el escepticismo, alimenta un temor conservador -que ya se denunciaba hace décadas- bajo consignas de ley y orden, donde los migrantes son culpables. Se tuerce la cultura solidaria cuando se descalifica a los más frágiles bajo la marca del “talento”. El miedo a la pérdida de estatus social aumenta los instintos de rabia o indiferencia. Los sectores de población más aislados son, además, los más débiles ante los problemas.

Nuestro paro juvenil es el más alto de Europa, el aumento del coste de la vida es la principal preocupación. La sociedad alfabetizada ha tocado techo, propugna preservar lo que tenemos quitando energía para pensar qué nos gustaría ser y cómo llegar a hacerlo. El objetivo principal para no ser manipulados, comenta José Antonio Marina, es conocer la realidad para comprenderla y así tomar buenas decisiones.

La tiranía política, la esclavitud laboral (los sindicatos están siendo muy perseguidos), la discriminación de la mujer (para que se quede en casa), el abandono de los ancianos (porque ya no sirven), la conquista y la guerra como fuentes de riqueza..., no son buenas soluciones.

Habrá que mejorar la visión de la gobernanza incentivando las organizaciones colectivas en los barrios, en ámbitos institucionales abiertos, como son las escuelas y las asociaciones ('esplais', agrupaciones vecinales, espacios conciliadores, bibliotecas, iglesias, centros de cuidado para muchos malestares...), donde nos socializamos y establecemos vínculos, donde integrar las diferencias para sentirnos ciudadanía.