"Culpar de la falta de vivienda al sector de los apartamentos turísticos legales es un despropósito"

En los últimos meses, hemos sido testigos de una campaña de acoso institucional contra los apartamentos turísticos legales, con el Ayuntamiento de Barcelona, liderado por el alcalde Jaume Collboni, y otras figuras del gobierno español en el centro de esta cruzada. Esta estrategia, aparentemente diseñada para abordar el problema de la vivienda, pone en el foco equivocado a un sector que no es responsable de la crisis habitacional y que, además, contribuye de manera significativa a la economía local y nacional.

Es importante recordar que los apartamentos turísticos legales cumplen con todas las normativas, generan empleo y aportan importantes ingresos fiscales. En Catalunya no se han otorgado nuevas licencias para apartamentos turísticos desde hace más de una década, una medida implementada bajo el mandato del entonces alcalde Xavier Trias. Por tanto, culpar a este sector de la falta de vivienda es un despropósito que solo busca desviar la atención de los verdaderos problemas: la escasez de construcción de viviendas asequibles y una planificación urbanística ineficiente.

La estrategia de demonizar a quienes trabajan y cumplen con sus obligaciones fiscales, simplemente para captar votos, no solo es injusta, sino también peligrosa. Este tipo de campañas no hacen más que alimentar el desencanto ciudadano y empujar a sectores de la población hacia opciones políticas extremas, perpetuando un ciclo de polarización y desconfianza.

Además, es momento de cuestionar el despilfarro en estructuras políticas y administrativas que generan más costos que beneficios. El Senado, tanto en Catalunya como a nivel estatal, y el exceso de ministerios podrían ser revisados para optimizar recursos públicos y garantizar una gestión más eficiente. La política no debería ser un refugio para quienes carecen de méritos profesionales, sino un espacio para técnicos y expertos comprometidos con resolver los problemas reales de la sociedad.