"Ya queda menos para que desaparezca el odioso cambio de hora"

Acabamos de cambiar la hora para adaptarla al horario de verano. Este cambio es debido a que la mayoría de los países europeos lo instauraron en los años 70 por la crisis energética derivada del incremento de los precios del petróleo.

España lo hizo en 1974; su objetivo principal es hacer coincidir las actividades del día con la luz solar y así limitar el uso de energía eléctrica, tanto por la mañana como por la tarde. Pero el final del cambio de hora, según lo previsto y si se aprueba en 2026, podría ser en 2027 y 2028, aunque es necesario un acuerdo entre los estados europeos.

Las principales ventajas del cambio de hora son la reducción del consumo de energía y mejora de la salud, ya que se reduce la exposición a la luz artificial, y se fomenta la actividad física al aire libre. Sin embargo, sus desventajas son la dificultad que tienen las personas al adaptarse, con horarios fijos o que viven en áreas con climas fríos, y otra gran desventaja es la ansiedad, la fatiga o la depresión que pueden sufrir algunas personas que ya tienen problemas de salud.

Es cierto que este nuevo cambio de hora no nos pilla desprevenidos, y nunca mejor dicho, no es nada nuevo bajo el sol. Aun así, debemos seguir adaptándonos, hasta dentro de dos o tres años, como mínimo, ya que, según lo previsto, este cambio de hora desaparecerá.