"A nuestra hija le han detectado dificultades de aprendizaje y nos han dejado solos buscando soluciones"

Quiero expresar mi preocupación sobre la falta de información y el desamparo que enfrentamos los padres cuando se detectan dificultades de aprendizaje en nuestros hijos, como dislexia, TDAH o TDH. Esta situación genera obstáculos que dificultan la intervención adecuada, dejándonos en una constante búsqueda de soluciones sin respuestas claras.

Los padres nos vemos desorientados. En mi caso, al tratarse de un colegio concertado, cualquier problema parece ser un obstáculo para alcanzar los estándares educativos, lo que provoca que las dificultades se minimicen en lugar de recibir apoyo. Tras realizar costosas pruebas para confirmar la dislexia de mi hija y entregar los informes, descubrí que estos no llegaron a la psicopedagoga ni al tutor del siguiente curso, lo que ha retrasado el proceso y agotado recursos sin resultados.

A pesar de solicitar ayuda al CAP, la situación no mejoró. Tuvimos que repetir valoraciones que confirmaron la dislexia, pero también se recomendó evaluar otros trastornos. Finalmente, nos derivaron al CSMIJ, pero la cita se pospuso varias veces, lo que implica otro año perdido.

Me enteré de que el EAP de Sant Martí podía hacer las valoraciones. Tras intentar contactar sin éxito, me enteré de que era el colegio quien debía hacer la solicitud. Cuando lo dije, el equipo educativo se sorprendió, lo que me hizo cuestionar por qué importaba la procedencia de la sugerencia. A pesar de que el EAP debía haber evaluado a mi hija desde octubre, no recibimos información. Cuando contacté con ellos, me informaron de que el colegio había reportado incorrectamente que ya se había gestionado el proceso.

Quiero señalar que, aunque el colegio tiene un gabinete psicopedagógico, la única psicopedagoga también es tutora de 4º de primaria, lo que limita su capacidad de atención. Es crucial que las instituciones educativas y de salud asuman su responsabilidad.