"En un mundo globalizado, a Trump solo le importa su país, que no sus ciudadanos"

Siento estupor por cómo pretende el presidente de EEUU encaminar la política en su país y, por ende, la del mundo. Su discurso triunfador, desafiante, demoledor, rotundo con la emigración, a la que califica de delincuente, claro y amenazante con su delirio expansionista, que apuesta toda su política económica a un mercantilismo salvaje jaleado por grandes magnates.

Solo le importa su país (no sus ciudadanos, que pagarán sus consecuencias) en un mundo globalizado. Se sabe poderoso y abusa de su poder amenazando a todo el que no pase por sus conveniencias. Apabulla y humilla a quien haga falta con una total falta de respeto y un mínimo de diplomacia.

Ahora, sus aliados ya no lo son, y lo de ser democrático ya no es importante. Venezuela, Cuba, Nicaragua ya son temas secundarios, y la Rusia de Putin aparece como su nuevo aliado. La explotación salvaje de los recursos de este mundo ya no tiene límite y para él el cambio climático solo es un cuento chino.

Desprecia a la UE, a la ONU, cierra la Agencia para el Desarrollo Internacional, se retira del consejo de Derechos Humanos y lidera retiradas de organismos internacionales, como la Organización Mundial de la Salud. Todo esto y más parece que será el nuevo orden mundial.