"Es espantoso que el partido más votado en Austria sea abanderado del odio y la exclusión"

Hace un par de semanas, Austria quedó devastada por lluvias y ráfagas de viento. No es secreto que la gravedad de fenómenos climáticos como este se deben al ya operante calentamiento global. Tendríamos que estar unánimemente virando hacia un cambio estructural necesario. Pero no es así. En Austria, el FPÖ, partido de extrema derecha que defiende un negacionismo del cambio climático como causado por actividades humanas, queda de número uno en las elecciones parlamentarias.

Pues para casi un 30% de los austríacos "el problema" grave que hay que enfrentar es el dado por los inmigrantes. Pareciera que resulta de lo más sencillo, al no tener tiempo, facilidad o interés por descifrar la complejidad de la economía mundial, echarle la culpa a alguien de cualquier mal que nos aqueje o se nos convenza que padecemos.

Ya sucedió hace un siglo, se le echó la culpa a la minoría judía, sabemos con qué abominables consecuencias. El FPÖ, como bien mostró la eminente analista de discurso Ruth Wodak, es el heredero histórico del partido Nazi. Hoy, miembros mismos del partido se hacen repetidamente culpables de lo que se llama allí "Wiederbetätigung", o la reactivación del nacionalsocialismo, que en Austria es ilegal.

Sin ir más lejos lejos, sucedió el mismísimo viernes antes de las elecciones: algunos dirigentes del FPÖ estuvieron presentes en un entierro en el que se cantaron canciones de las SS. Los implicados políticos ya se encuentran acusados.

Con la declarada meta del candidato Kickl de una Austria-Fortaleza contra inmigrantes, resulta escalofriante que el FPÖ sea el partido más votado de las elecciones austríacas. Ofrecen soluciones falsas, basadas en el odio y la exclusión justamente de las personas del sur global, las más afectadas por las emergencias globales varias. ¿Qué nos pasa como humanidad?