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"Gracias a la eficaz actuación de la Guardia Urbana recuperé mi moto robada en un plis plas"

Un agente de la Guardia Urbana de Barcelona sujeta unas esposas

Un agente de la Guardia Urbana de Barcelona sujeta unas esposas / Guardia Urbana de Barcelona

El pasado 27 de febrero, en medio de una situación personal complicada -mi madre se encontraba ingresada en el hospital-, tuve la desagradable sorpresa de descubrir que me habían robado la moto en el interior de la plaza de aparcamiento de mi edificio.

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Sin embargo, lo que pudo ser un día desastroso se convirtió en una muestra de profesionalismo, eficacia y humanidad por parte de la Guardia Urbana del Distrito de Sant Martí. A eso de las 00.35 horas, una patrulla realizaba un control rutinario a una furgoneta en las inmediaciones de mi domicilio. Los agentes detectaron una actitud sospechosa en el conductor y, para su sorpresa, encontraron en el interior una motocicleta de gran cilindrada.

Gracias a su rápida intervención y a la verificación de la matrícula, me localizaron y me llamaron para confirmar si era mi moto la que habían encontrado. Imaginen mi sorpresa al recibir esa llamada a la 1.30 de la madrugada, con el corazón en la boca por la situación de mi madre.

Cuando bajé a la calle, me encontré con varias patrullas de la Guardia Urbana, una furgoneta detenida y un detenido. Los agentes me explicaron lo sucedido y, con una sonrisa, me dijeron que podía jugar a la lotería por la suerte que había tenido. Y sí, la tuve. No solo recuperé mi moto, sino que también fui testigo de la dedicación y el buen hacer de estos profesionales.

Quiero aprovechar estas líneas para agradecer públicamente a la Guardia Urbana por su labor excepcional. No solo actuaron con eficacia, sino que también me trataron con una amabilidad y comprensión que me reconfortó en un momento tan difícil. Su trabajo es un ejemplo de servicio público y compromiso con la ciudadanía.

Y, como no podía ser de otra manera, no puedo evitar añadir un toque de humor a esta historia. En medio del caos, les pregunté a los agentes si podía hablar "a solas" con el detenido. Evidentemente, me respondieron con una sonrisa y un "no podemos, nos jugamos el puesto". Gracias de nuevo.

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