"Han sido necesarias más de 47.000 muertes para que las armas y el horror hayan callado"

Ha sido necesaria la muerte de más de 47.000 personas para que las armas y el horror hayan callado, de momento, en la destruida franja de Gaza. Tras largos meses de una guerra sin cuartel y cruel, parece que se atisba algo de esperanza, tras la ansiada y, diría yo, trabajada tregua.

Será largo y difícil el camino de la paz y la reconstrucción de la devastada Gaza para la población que todavía sobrevive y los miles de desplazados que tuvieron que abandonar sus hogares, los suyos y los de sus antepasados (recordemos quienes fueron sus primeros moradores).

Historias aparte, la denominada comunidad internacional deberá mostrar su verdadera cara si quiere de veras una paz duradera y poner de una vez al Gobierno israelí en su sitio (dicho vulgarmente), que existen derechos humanitarios y de otro calado que han sido ninguneados e ignorados.

Pese a quien le pese, ha sido un genocidio en toda la extensión de la palabra, y no lo digo yo, organismos como la ONU o el Tribunal de La Haya así lo han dictaminado. Confiemos y esperemos que por fin llegue la paz y la esperanza para aquellos /as que lo han perdido todo.