"La guerra de Israel contra Palestina no acabará porque es contra la humanidad"

Israel permanece anclado desde 1948 en una guerra que no acabará porque es contra la humanidad. El enfrentamiento entre el ejército israelí y Hamás es tan desigual que la victoria de Israel está garantizada desde antes del atentado del 7 de octubre de 2023.

Benjamín Netanyahu, ganó las elecciones del 1 de noviembre de 2022 negando la posibilidad, mientras él gobierne, de que los palestinos tengan su propio Estado en Palestina y, complementariamente, reclamó la paralización del proceso de negociación internacional con Irán. Ha conseguido ambos objetivos.

Tan es así que la actual parece una guerra promovida, o al menos consentida, por Israel, que no quiere pararla hasta aniquilar a la otra parte. Los palestinos están solos, ni Arabia Saudí, ni los Emiratos Árabes, ni Egipto, ni Jordania quieren convertirse en países acogedores del exilio, la experiencia del Líbano no va a repetirse.

Los palestinos están siendo masacrados, sacados a la fuerza de sus casas y obligados a renunciar a todo lo que no sea la mera subsistencia allá donde consiga llegar cada uno de ellos, en una 'nakba' sin retorno.

Aterra el carácter ejemplificante que tan atroz disciplina tiene para la inmensa mayoría de desposeídos del planeta: la economía extractivo-acumulativa tiene sus reglas y sus objetivos, y cuando estos no llegan a través del cacareado "mercado", aplica para conseguirlos la fuerza bruta, perfectamente organizada alrededor de la industria militar, las más acumulativa de las industrias posibles, el gran motor del desarrollo tecnológico y acaparador.