"La desesperación salió a flote en la cola del SEPE"

¿Te has parado a pensar en los últimos tres días si te has sentido agradecido? Hace pocos días fui al SEPE para intentar reclamar mi indemnización del Estado. Allí vi una realidad chocante y reflexiva.

Me costó 'miles' de horas conseguir una cita 'on line', la página web estaba colapsada las 24 horas del día. Después de un sinfín de intentos frustrados conseguí una cita en las oficinas más próximas. La cola era de varias personas y solo te hacían caso si demostrabas que venías con un encuentro pactado. Mientras esperaba llegaron un par de personas que no disponían de convocatoria precedente. Ni el más mínimo caso por parte del agente allí presente. La tensión aumentaba y la desesperación salió a flote. Hubo confesiones de responsabilidades inasumibles por parte de ambos, empezaron los sollozos. Poco después me llamaron para entrar. Al salir, ambos habían desaparecido. El aire olía del mismo modo y la gente seguía con sus vidas.

Aquello me hizo pensar. Estoy segura de que si estás leyendo esto eres más afortunado de lo que crees. Da gracias por aquello que te rodea, porque esta crisis sanitaria ha hecho mucho daño, pero tú eres un superviviente.