"Los perritos calientes y las mascotas de Ohio"

La grandeza de EEUU se manifiesta en las historias de inmigrantes que, llegados de distintos países, triunfaron allí por su talento emprendedor. Charles Feltman, un inmigrante alemán, cruzó el charco e introdujo en los USA las salchichas de Frankfurt denominadas ‘dachshund’ (palabra alemana para referirse a los perros salchicha) y, en 1867, tuvo la idea de poner una de esas salchichas en un panecillo alargado con salsa de tomate y mostaza, y las servía calientes en su restaurante de Coney Island.

Posteriormente, uno de sus empleados, un polaco apodado Nathan, montó su propia empresa vendiendo sus "perritos calientes" a cinco centavos, mientras los de Feltman valían 10, por lo que este último tuvo que cerrar su negocio. Sin embargo, en mayo de 2017, sus descendientes volvieron otra vez a Coney Island y en el mismo lugar que su abuelo, abrieron de nuevo el restaurante Feltman.

Hoy, los perritos calientes se venden por todo el mundo en millones de puestos ambulantes. Los comemos en la calle, en la playa, en los cines y donde sea. Esta atrayente historia nada tiene que ver con las extrañas ingeniosidades de Donald Trump (otro descendiente de alemanes) sobre las mascotas de Ohio.