"Las personas con más influencia sobre Biden deben persuadirle acerca de lo que le conviene"

Sin una inmediata contundente reacción del Partido Demócrata para hacer frente a la ventaja según encuestas de Trump, a quien los analistas dan casi seguro ganador a la vista de los resultados del debate de hace varios días, el sistema democrático estadounidense muy probablemente se degradará, a pesar del sistema de "juego de controles" de sus instituciones.

Trump, un delincuente convicto, mentiroso compulsivo, narcisista e iconoclasta, sin noción de lo que representa, ha hecho grande a EEUU; se impondrá gracias al apoyo de sus numerosos y ricos seguidores, una política involucionista en sanidad, educación; bajará impuestos a los ricos, perseguirá a los inmigrantes y no respetará las leyes ni las instituciones cuando no le sean favorables.

Es un clamor, entre los defensores de la democracia, que las personas con más influencia sobre Biden, principalmente su esposa, los Obama, su actual equipo de gobierno y la dirección del partido deben persuadir a Biden acerca de qué es mejor, si otro candidato o la teórica ventaja que da optar por la reelección.

Está en juego el propio sistema democrático. Haber resistido magnicidios, asesinatos de líderes políticos, una guerra civil, el terror del Ku Klux Klan, el 'Watergate' (Nixon), el asalto al Capitolio instigado y protegido por Trump y aclamado por sus más ciegos seguidores que creen en bulos; empresas periodísticas, redes sociales, etc. No garantiza que prevalezca la verdad y la justicia se imponga finalmente si Trump es presidente.

Incluso la amenaza militar del comunismo, de mayor envergadura en tiempos de la URSS, hoy es menor. China, el principal contrincante, tiene más interés por ahora en ganar la guerra tecnológica. Prioriza sus intereses comerciales que son capitalistas (eso sí, de un Estado totalitario que subvenciona e interviene a su antojo). Esto se combate con mejor política de alianzas.