"Pobre ciencia"

No es nada nuevo, en este país, que la ciencia sea siempre, o casi siempre, la 'invitada' pobre, cuando toca ser reconocida y valorada en aquellas investigaciones que redundan en el bienestar de una sociedad moderna (se supone que la nuestra). Pese a los avances y logros conseguidos, seguimos todavía muy lejos de dar el reconocimiento y los medios económicos dignos a ellos/as, esto es, a los investigadores/as.

El Ministerio de Ciencia e Innovación ha recalcado su compromiso para dotar, con todos los instrumentos necesarios, a los centros de investigación, para seguir haciendo la mejor ciencia. Suena bien eso de los instrumentos, solo falta la mejor música, señora ministra.

Vemos igualmente los ataques que sufren nuestros científicos/as por publicar y divulgar sus conocimientos, en revistas de prestigio o en las redes sociales. Descalificaciones, ninguneo, amenazas personales, en el sentido de "cuidado con lo que publicas", ya que algunos temas son tabú para cierto público. Tampoco faltan los estereotipos de género, ya que en esto de divulgar ciencia muchas de las científicas son minusvaloradas frente a sus colegas masculinos. Siguen existiendo, por desgracia, categorías a la hora de valorar sus trabajos. Pobre ciencia. Cuánto camino te queda.