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Queja de un lector: "La publicidad de una empresa de sanidad privada en un gimnasio municipal es impertinente e intolerable"

Un gimnasio de Barcelona.

Un gimnasio de Barcelona. / Xavier González

Aplaudo la decisión del señor Collboni para eliminar los pisos turísticos de Barcelona (así como constato desde hace meses cómo en mi barrio se está limpiando las calles como nunca). Lo que me resulta paradójico es que desde el Ayuntamiento de Barcelona, a través de sus gimnasios municipales, se esté promocionando a una conocida empresa de la sanidad privada. En concreto en el CEM Can Ricart (en pleno barrio del Raval) nos están machacando con publicidad por todas partes para que contratemos un seguro privado de salud con esta conocida empresa.

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Hay carteles por todo el recinto, un telón publicitario bien grande nada más cruzar las máquinas de acceso al recinto, las pantallas electrónicas de las máquinas del gimnasio (bicicletas y demás) nos bombardean con publicidad de la citada empresa para que contratemos sus servicios, desde la 'app' del móvil nos envían la promoción para que la contratemos.

Los usuarios/as del centro no tenemos por qué aguantar la publicidad/promoción de ninguna empresa privada en un centro público municipal. El CEM Can Ricart no es un centro deportivo privado. ¿Por qué, por tanto, se permite que una empresa privada obtenga beneficio económico con los usuarios/as del mismo? ¿Qué será lo próximo: publicidad de otra empresa similar pero para que contratemos alarmas antiokupas? ¿Y después publicidad de otra conocida empresa para tener abogados todo el año?

Teniendo en cuenta la bajada de prestaciones de la que nos previenen a los ciudadanos/as catalanes/as para este verano en la sanidad pública, la machacona promoción de esta empresa privada sanitaria estos días en los centros deportivos municipales de Barcelona (una ciudad de izquierdas) se hace mucho más impertinente e intolerable (e, incluso, incita a pensar que no sea casual ni inocente la coincidencia).

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