"Renfe prometía conectarnos, pero nos deja más desconectados que nunca"

"Indignación en València por el caos ferroviario de Renfe tras el accidente en Atocha". Otro fallo en Renfe ha hecho que los pasajeros en Valencia estén indignados. Pero, ¿de qué nos sorprendemos? Se trata de una empresa que nos ha dejado tirados a muchos y los adjetivos más comunes hacia ella no son precisamente positivos. Vagones sucios, hay retrasos, averías, no controlan la cantidad de pasajeros, incidencias y un largo etcétera.

En mi caso, he llegado a esperar más de dos horas un tren para llegar a un lugar que estaba a 25 minutos desde la estación de la que yo salía. Además, he llegado tarde a entrevistas de trabajo incluso yendo con tiempo. Ya estamos cansados y la consecuencia es que buscamos otras opciones de transporte como el bus, para dejar de utilizar estos servicios que, cada vez son más precarios y mediocres.

Lo peor es que las pantallas con los horarios no funcionan, los asientos están rotos y, en muchos casos, no avisan de que hay retrasos. Renfe se ha convertido en la metáfora perfecta de un sistema que prometía conectarnos, pero que nos deja más desconectados que nunca.