Esta tarde he ido con mi hija a visitar un piso. Sagrada Família, 925 euros al mes. Había una cola de unas 100 personas, era jornada de puertas abiertas. Unas subían por la escaleras del lado derecho y los demás bajaban por el izquierdo. Al llegar arriba, el piso estaba repleto de gente y tenías tres minutos para verlo. Estaba destartalado. Sin preguntas. En voz alta, el comercial pedía la documentación necesaria y el correo al que enviarla. De lo más impersonal, jugando con las ilusiones de todos esos jóvenes y familias. ¿De verdad esto no va a cambiar? Va a pagar la seguridad social mucho Diazepam y no es para menos. ¿Y nuestra Constitución habla del derecho a la vivienda? Parece que los políticos se pasan este derecho por el arco de triunfo. Una vergüenza.