Youtubers, no todo lo sabéis

Hasta hace poco creía que lo que más odiaba era el olor que desprenden las sardinas, ahora me he dado cuenta de que hay algo que detesto más, a los youtubers. Generalizar es feo y más si entre ellos se encuentran amigos míos, gente culta, responsable, entregada… en definitiva, gente. Pero esta carta pública no va para ellos, va para todo el resto, esos que se creen superiores al resto de la tierra, que hablan con aires de superioridad, dispuestos a machacar a quién haga falta, a cambio de visualizaciones de sus videos y lo que es más cutre y patético, creyéndose capaces de juzgar y dar falsas lecciones de moralidad. ¿De qué vais?

Creo que de momento estoy lanzando flechas sin objetivo alguno, pero ahora voy a centrarme. Cuando quiero saber la opinión de alguien, opinión me refiero a acto que se realiza cuando alguien razona correctamente, tiene conocimiento de causa y es capaz de sacar conclusiones coherentes; ya os avanzo que no acudo a la espesa fauna de YouTube. Me hace gracia cuando se dice que alguien no te puede caer mal si no lo conoces. Pues a mí no me hace falta conocer a ciertas personas que se muestras delante de una cámara diciendo memeces con el único objetivo de crear controversia. 

De hecho, para escribir esta columna me estoy inspirando en Auronplay, un youtuber que cuenta con más de dos millones de suscritores en su canal, ¿impresionante verdad? Y que empieza todos sus videos con un ¡Ey! ¿Qué pasa chavales, todo bien, todo correcto? ¡Y yo que me alegro! Una presentación que bueno, para una vez me resulta graciosa, para dos quizás, pero ya cuando empiezas igual los doscientos vídeos (o más que puedas tener), pues al igual se hace cansino. No sé.

Me he enfadado viendo sus vídeos en varias ocasiones. Dispuesto a arremeter contra todos y contra todo, y lo que es peor, utilizando un criterio mezquino y populista. Supongo que la fama se le ha subido a la cabeza y lo que antes decía para cuatro, ahora se multiplica por cientos. Es una pena. El otro día vi en su canal un vídeo llamado “Bromas telefónicas a prostitutos”, ya para que os hagáis una idea del nivel, y empezaba con su saludito habitual y luego explica que eso era la segunda parte de un vídeo, y que la primera se encontraba en el canal de un amigo suyo, lo que se llama trabajo cooperativo. De risa. Y lo que es peor, crítica la manera de ser, de vestir y de actuar de las personas, cuando el viste con camisetas básicas, peinado siempre con la misma poca gracia y con un attrezzo chabolista que le acompaña de fondo en todos sus vídeos.

Me da pena que todos sus vídeos se basen en ser incendiarios y en criticar lo que triunfa, con una única finalidad. Lucrarse de los beneficios que esto le reporten, supongo y espero que sean muchos, porqué sino no merece la pena.

En sus vídeos se denotan aires de grandeza, comentarios sexistas y en muchas ocasiones soeces. Para ejemplificar y que no quede suspendido en el aire, me vi un vídeo en el que hablaba de la nueva canción de Ylenia, por cierto, ella siete millones de visualizaciones en su videoclip y tú tres millones comentando este mismo. Y aunque debo de decir que tampoco soy muy partidario de la ex Gandía Shore, creo que de nuevo este querido y aclamado youtuber no fue justo. Se le olvidó decir el éxito que ha tenido el vídeo y la canción, pero si tuvo tiempo de decir que esta chica sólo era conocida, literalmente, por ‘comer nabos’ en la televisión y que estaba harto de que la industria musical apostara por gente así y no por verdaderos artistas. ¿Tú crees? Realmente, ¿sientes que no lo hacen también? O de nuevo atacas sin ningún tipo de base. No creo que ni a Pablo Alborán, Vanesa Martín o Pablo López le falten oportunidades en la industria por culpa de que Ylenia u otros saquen su canción del verano. Las discográficas no son tontas, y apuestan por lo que vende.

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Con todo esto, no espero ningún tipo de respuesta porqué la tengo muy clara. Sólo espero que estas líneas sirvan como reflexión y que algunos se den cuenta de que a cierta edad pasa de ser gracioso, a ser ridículo el aparecer en un vídeo haciendo bromas pre adolescentes y juzgando cosas, que realmente poco interés ocupan en una vida adulta. Encara tu futuro, busca algo más digno que te dé de comer y empieza tu vida de adulto, que ya toca.