Roke se levanta a las cinco de la mañana para dirigirse a la planta. Llueve. Conduce unos quilómetros. Aparca donde siempre, saluda a sus compañeros de turno, ficha y da inicio a su jornada de trabajo. Por delante le quedan ocho horas montando amortiguadores. Mientras encaja una pieza se pregunta cuál va a ser su destino. Roke tiene unos valores firmes. No se puede engañar así a millones de personas, piensa. Se siente decepcionado y triste. Él no sabe de economía ni de tomar decisiones, pero si le hubieran preguntado su opinión hubiera dicho que no.
Josu es el mejor mecánico del servicio de posventa de un concesionario oficial de Donosti. Cada día revisa varios vehículos detalladamente para evitar que puedan sufrir algún accidente. Cuando un cliente no quiere hacer el mantenimiento preventivo intenta argumentarle los riesgos en los que está incurriendo. Para Josu la honestidad es lo primero. Todavía no entiende lo que ha pasado. Nadie le preguntó su opinión sobre los motores.
Teo es el gerente de un concesionario de Madrid. Cada día hace malabarismos para encajar las directrices que le llegan de Alemania, las de la central y las de los clientes. Ya no se venden tantos coches como antes y el parque móvil cada vez es más antiguo, por lo que ha invertido en una campaña muy focalizada en posventa para captar clientes y así poder seguir manteniendo a toda la plantilla.
Cristina entra en su despacho de Barcelona. El ruido de un avión le hace levantar la mirada al cielo unos instantes. En breve viajará a Alemania para ver como afrontan la crisis. Nadie le preguntó su opinión al respecto. Pero está sufriendo las consecuencias. La presión es muy elevada. Nadie sabe qué va a pasar, todo el mundo está de mal humor. Son días muy tensos en la central. Llaman pidiendo explicaciones clientes, concesionarios, periodistas...
Cristina, Roke, Josu y Marcos son los héroes de Volkswagen, personas que trabajan cada día dando lo mejor de su talento. Todos y cada uno de ellos se sienten felices de pertenecer a una marca como Volkswagen. Todos ellos se sentían seguros, involucrados y comprometidos. Pero a ninguno de ellos le preguntaron su opinión. Nadie fue consultado. Entre unas pocas personas intentaron solucionar un problema de diseño, de producción o de política. Sólo unos pocos participaron de la solución, o del engaño... pero las consecuencias de su mala decisión, de su mala praxis, han dado la vuelta al mundo.
Notícies relacionadesLaura se pregunta si alguna vez todo volverá a ser igual. Josu no sabe cómo recuperar la confianza de sus clientes. Roke se siente engañado y Marcos, Marcos lleva noches sin dormir intentando prever el futuro para no tener que despedir a ninguno de sus buenos profesionales por culpa de la decisión que alguien, muy lejos, tomó.
A veces, que las decisiones de unos pocos tengan más o menos impacto en terceras personas, depende de nosotros. No nos olvidemos de los héroes de Volkswagen...