Esta es la radiografía de Barcelona según sus ciudadanos
La semana pasada se llevaron a cabo dos talleres más del proyecto Sueña la Ciudad en el Palau Robert de Barcelona.
Una iniciativa de la Generalitat de Catalunya que busca crear un espacio de reflexión, debate y análisis para implicar a toda la ciudadanía en la construcción de la ciudad del futuro. Dos jornadas que fueron dirigidas por la consultora Ideas fot Change, especializada en la mejora de los espacios públicos a través de la transformación digital y la innovación; y Lichen, un laboratorio de innovación social que, mediante la creatividad y la tecnología, diseña espacios y procesos de participación ciudadana para crear soluciones inclusivas capaces de afrontar los grandes desafíos actuales.
Ciencia ciudadana
Por un lado, el jueves 11 de mayo, un grupo de estudiantes de arquitectura participó en el segundo taller sobre ciencia ciudadana, ‘Urbanismo y datos, más cerca que nunca: ¿Qué datos produce la ciudad?’. Durante la jornada, se explicó el concepto de datos abiertos y por qué el valor está en el uso que se le da a la información disponible. Además, se hizo énfasis en que la ciudadanía puede actuar como agente activo generando datos con el fin de solucionar una problemática generalizada.
Para ello, se explicaron algunas iniciativas desarrolladas por el laboratorio Lichen. Como, por ejemplo, D-Noses, un proyecto con el que, a través de una aplicación, los vecinos del barrio de Poble Nou podían describir los diferentes olores que sentían en cada momento y lugar para identificar el agente que estaba originando el mal olor. O como Foodmaping, otra iniciativa en la que, mediante la ciencia ciudadana, se mapeó y caracterizó los entornos y los hábitos alimentarios de diferentes distritos de Barcelona, con el fin de corregir posibles carencias en la oferta disponible.
Para el desarrollo del taller, se dotó a los estudiantes de los datos recogidos por dos sensores. Por un lado, los sensores del proyecto We count, que se colocaron en las ventanas de viviendas privadas con el fin de contabilizar tanto el número como el tipo de vehículo y la cantidad de peatones que diariamente cruzan por delante; y, por otro lado, los sensores del Smart Citizen Kit, instalados en el distrito de Gràcia con el fin de medir la humedad, la temperatura y la calidad del aire. Con ello, en grupos de entre tres y seis personas, los alumnos tuvieron que formar grupos e identificar una problemática concreta e idear una solución en forma de producto, aplicación, servicio, intervención o instalación para solventarla.
Proyectos destacados
Finalmente, para presentar cada uno de los proyectos, los grupos tuvieron que realizar un juego de roles en el que simulaban ser periodistas del 2030. De este modo, explicaron cómo sus propuestas habían ayudado a los vecinos de una zona de la ciudad. En total fueron cinco las iniciativas ideadas por los estudiantes. En primer lugar, se presentó un proyecto basado en unos sensores instalados en los contenedores de reciclaje y monitorizados en tiempo real para que los conductores de los camiones de basura tengan un registro actualizado sobre el estado de los contenedores y, de este modo, disminuir el ruido que provocan al vaciarlos. El siguiente grupo defendió un plan de ocupación verde para renaturalizar las clases y volver a los orígenes de la Vila de Gràcia.
Por otro lado, el tercer grupo presentó una iniciativa llamada ‘La Revolución del Silencio’ en la que, mediante la instalación de semáforos en las plazas más ruidosas de Gràcia, se avise a la gente cuando se sobrepasen los decibelios permitidos. El cuarto grupo propuso una aplicación llamada ‘Barcelona LightHouse’ cuyo objetivo es mejorar la experiencia de los habitantes y visitantes de Barcelona a través de información sobre el estado, la seguridad y el tráfico de las calles de la ciudad. Finalmente, el último grupo presentó otra aplicación en la que la ciudadanía pueda realizar sus quejas sobre la ciudad.
En grupos de entre tres y seis personas, los alumnos tuvieron que formar grupos e identificar una problemática concreta e idear una solución en forma de producto, aplicación, servicio, intervención o instalación para solventarla.
Movilidad y humanización de la ciudad
Asimismo, el domingo 14 de mayo se llevó a cabo otro taller dirigido a la ciudadanía en general en el que participaron un total de 29 personas. A lo largo de la jornada, los participantes identificaron y resaltaron algunas de las principales problemáticas que presenta la ciudad de Barcelona. La suciedad en barrios como El Carmel, el Rabal, el Gótico y la Barceloneta; la gentrificación y la falta de seguridad que sufre el centro de Barcelona; la falta de zonas verdes; la pérdida del comercio local; la dificultad en el acceso a la ciudad mediante transporte público; el precio de la vivienda ; y el ruido en las terrazas y plazas públicas fueron algunas de las quejas que señalaron los asistentes al taller.
En dos grupos, los participantes expusieron una serie de propuestas, principalmente, enmarcadas en dos temáticas: la movilidad y la humanización de la ciudad. En el primer bloque, se enfatizó en la mejora del sistema de Rodalies y en la necesidad de incrementar la frecuencia de los buses en las zonas más céntricas de Barcelona. Además, se hicieron propuestas concretas como lanzar una campaña de sensibilización y educación en relación con el uso de las aceras y los carriles bicis; habilitar las lonjas desocupadas de los barrios para que los vecinos puedan aparcar sus medios de transporte rodado, como bicicletas, patinetes y carritos de bebé; impulsar un servicio de vehículos eléctricos similar al del bicing; y habilitar parkings en las entradas de la ciudad.
En el segundo bloque, se comentaron propuestas como activar los centros cívicos de los barrios e impulsar la vivienda compartida para erradicar la soledad de la población; promover el consumo de productos locales y proteger los mercados de los barrios; poner freno a los cruceros para reducir la masificación y la contaminación de la ciudad; crear rutas seguras para mujeres que practiquen el ‘running’; y promover los huertos vecinales para potenciar las zonas verdes.
Al finalizar ambos talleres, los participantes pudieron visitar la exposición Sueña la Ciudad de la mano de su comisario, el arquitecto Roger Subirà.
Se trata de una muestra que acoge el Palau Robert de Barcelona hasta el próximo 11 de junio y que expone algunas de las iniciativas urbanísticas y arquitectónicas impulsadas por más de 30 equipos, tanto locales como internacionales, que, hasta ahora, carecían de un espacio donde poder compartirse y visibilizarse entre sectores no especializados. La exposición mezcla un conjunto de imágenes que ayudan a imaginar un futuro urbano más optimista y sostenible y lo hace a través de tres valores innegables: la Revolución Verde, la Revolución Digital y la Revolución de la Identidad.
Además, este fin de semana, se llevarán a cabo dos talleres familiares. Por un lado, las familias con menores de entre 5 y 12 años participarán en el taller ‘La ciudad del futuro con los ciudadanos del mañana: ¿qué tienen que decir los más pequeños?’ , que se llevará a cabo el sábado 20 de mayo desde las 11 h hasta las 13 h. Por otro lado, para aquellas familias cuyos niños y niñas sean mayores de 12 años se ha preparado una actividad que girará en torno a la pregunta ‘¿Qué mejoraría de mi barrio?’ , y que se celebrará el domingo 21 de mayo de 11 h a 13 h.